Wendy Montiel: la doctora amante del fútbol

Actualmente atiende a los jugadores del Independiente juniors. Foto: Damián De la Torre Ayora 




Wendy Montiel tiene el cuerpo y la talla de bailarina. Su madre le hizo tomar clases de ballet y, seguramente, le hubiese gustado que la elasticidad y físico de su hija quedaran en las tablas, más que en el césped. Pero el llamado del balón es algo así como el llamado de la sangre. “Sabes, hasta falsificaba los permisos con tal de jugar fútbol en el colegio”, comenta tras dejar escapar una risa que se entrecorta por la gripe.

A ella, le hubiese encantado ser futbolista, como también pianista, abogada o doctora en Medicina. Esto último es lo que terminó siendo. Eso sí, profesionalmente; porque hasta ahora, Montiel -como prefiere que la llamen- no puede dejar de vivir sin jugar fútbol. “El otro año no más jugamos un torneo de exalumnas del Americano. Salimos campeonas”, cuenta, mientras con su celular enseña la fotografía de su última hazaña deportiva, donde sobresale en su brazo el distintivo de capitana. “Ahora ando como loca buscando equipo -añade-. Ojalá encuentre con quién jugar porque me hace mucha falta”.

Mientras consigue equipo en Quito, donde reside actualmente, para esta guayaquileña que está a horas de cumplir 30 años, el balón sigue rodando en su vida. Ella es la médica del Club Deportivo Independiente Juniors (filial del Independiente del Valle), que juega en la Serie B de la Liga Pro Ecuador.
Más allá de un video

Montiel, con vehemencia, encara al golero argentino Rodrigo Lugo. Él se burla en su cara y parece no molestarle la tarjeta amarilla que recibe tras la discusión con la doctora. Es el 16 de marzo de 2019 y se disputa la tercera fecha de la Serie B. Independiente Juniors gana por un tanto al Atlético Porteño, en el estadio La Cocha de Latacunga. 

Cruzan los últimos minutos y un jugador debe ser atendido. Montiel entra y cumple su trabajo, hasta que se la observa reclamando algo al guardameta que casi la doblega en estatura. El hecho, capturado en video, se vuelve viral.
¿Cuidado con una guayaca?

En el video se malinterpretó todo. Yo entiendo que vas perdiendo, que son los últimos minutos; pero si mi jugador está caído, debo atenderlo. Y yo siempre le voy al juego limpio.
¿Qué paso ese día?

Faltaba poco para que se acabe el partido. Uno de mis jugadores está caído. Fíjate, yo entro corriendo al campo, siempre entro corriendo, justamente porque no me gusta quemar tiempo. Quiero atender rápido y quiero ser un ejemplo para mis futbolistas: como les exijo, me exijo.
 
Trabajo. También se dedica a las inferiores del Independiente del Valle.
¿Qué te decía el arquero rival?

No me dejaba trabajar. Me presionaba. “Movete, movete”, me decía casi en la oreja. Yo le pedí que me deje trabajar, para retirarme pronto. En eso, me manda ‘a la concha de mi madre’.  Mi jugador le pidió que no me trate así y sentí que se iba a armar un problema. Solo pensaba en que un pleito podía hacer que expulsen a mi jugador ‘Pachequito’ (Wilson Morales). Fue entonces cuando le dije al arquero que ahí me tenía, frente a frente, que si era tan hombrecito me diga algo en mi cara. 
Tú trabajabas como periodista deportiva. En cabina, ¿pedirías la amarilla para la doctora?

Quizás, por el principio de igualdad en una disputa deportiva, la hubiese pedido. Pero sabes por qué no la obtuve, porque el árbitro estuvo cerca y vio que nunca agredí, que solo le pedía que me dejara hacer mi trabajo y que me defendí. En el video parecería que salta una loca, pero no fue así. Pero sí, cuidado con una guayaca (risas).

La voz

En el piano, sus dedos trataban de emular a sus autores clásicos favoritos: Tchaikovski, Schubert,  “el típico Beethoven” y Liszt. Este último, “el más complejo de todos”, dice Montiel, mientras enseña sus manos e insiste en lo pequeñas que son.

Los sonidos de Aerosmith y de Coldplay también siempre estaban presentes. Pero nada se igualaba a tocar ‘November rain’, de Guns N’ Roses, su tema favorito. “Sí tocaba ‘Bohemian Rhapsody’, antes de que se vuelva tan berreada”.

El piano fue una opción; las Leyes, otra. Pero el tener como padres a dos médicos terminó pesando.

Estudiaba medicina en la Universidad Católica de Guayaquil. Tenía una beca como integrante del equipo de fútbol sala, y se la pasaba hablando de deportes. En el año de internado, cuando hay menos tiempo, sus amigos le motivaron a que participe en el casting de radio Diblu. Terminó siendo comentarista del programa Minuto Cero: “Amo la radio, quizás es lo que más extraño”.
Ciencia y deporte 

Cuando está en la cancha, la llaman la ‘Negra’, aunque su piel diga lo contrario. Tiene unos ojos verdes que parecen un faro iluminado en tan solo un metro cincuenta y nueve centímetros de estatura. 

Practicó ajedrez y llegó a ser tercera por Fedeguayas. Jugó básquet y aunque el porte no le daba, lo hacía bien como armadora en ese deporte de gigantes. Jugó al fútbol a escondidas, y aunque siempre soñó ser como Paolo Maldini (su ídolo), terminó siendo toda una Genaro Gatusso. En cancha para 11, es la 5. Y en fútbol sala, sigue siendo quien la rompe en la media.
 
Equipo. La doctora Montiel junto al cuerpo médico del clud.
Entre la medicina y el periodismo deportivo, y su amor por la redonda, alzó vuelo a España para especializarse en Medicina Deportiva, pero terminó interesándose por dos posgrados: Prevención, intervención, recuperación funcional y readaptación de lesiones, y otro en Investigación en Actividad Física y Deportes.

Aunque parecía que todo pintaba para quedarse en España, el terremoto del 16 de abril de 2016 cambió sus planes.
"Estaba entre continuar estudiando, o aceptar un trabajo en un clínica de Barcelona. Llegué el 15 de abril (su cumpleaños) para darles una sorpresa a mis papás. Pero pasó, un día después, lo del terremoto.  A los dos días ya estaba apoyando en el lugar cero del problema”.

Luego de apoyar a los afectados del terremoto, le llegaría su  oportunidad con River Plate de Ecuador, hoy Guayaquil City, con quienes vivió el ascenso.
Después pasaría por el Calvi y el Patria, hasta llegar a convertirse en la galena de la Selección de Ecuador Femenina y Fútbol Sala, en todas sus categorías: “Esa fue una gran experiencia. Trabajar con Vanessa Arauz fue un privilegio. Ella es muy científica, como yo. Todo tiene su explicación desde lo científico: la experiencia personal es el grado mínimo de evidencia que se puede tener frente a lo científico”.

No salió como quiso de la Selección, pero prefiere quedarse con los buenos recuerdos y con los mensajes y consultas que le envían a las que considera aún sus jugadoras.

Cuando dudó en seguir como doctora en equipos de fútbol, aceptó llegar a Independiente Juniors. “Es lo más parecido a Europa. Tienen escuela avalada por el Ministerio (Educación), departamento psicológico,  los de la Sub 12 tienen el mismo trato que los de la 18. Médicamente a todos se los trata como profesionales. Si estoy acá, es porque vi que con Independiente puedo aplicar todo lo que sé y sigo aprendiendo”, dice esta admiradora del catedrático e investigador sueco Per Tesch, quien centra su trabajo en adaptaciones del músculo esquelético en el ejercicio con resistencias, desuso muscular y métodos para contrarrestar su pérdida, entre otros estudios, que Montiel busca que se empleen en Ecuador.

Perfil
Wendy Montiel Garcés

° Médica ecuatoriana, (Guayaquil, 15 abril de 1989). Estudió y jugó futbol en el Colegio Americano de Guayaquil. Estudió Medicina y jugó fútbol sala en la Universidad Católica de Guayaquil. En España, cursó los posgrados de Prevención, intervención, recuperación funcional y readaptación de lesiones, en el Instituto Nacional de Educación Física de la Universidad Politécnica de Madrid;  e Investigación en Actividad Física y Deportes en la Universidad de Valencia. Actualmente es la galena de Independiente Juniors y atiende a las categorías menores y equipo femenino del Independiente del Valle. 
 
"La experiencia personal  es el grado mínimo de evidencia que se puede tener frente a lo científico”.


FUENTE: Diario La Hora - Ecuador

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