Santiago
Quintero, montañista ecuatoriano. Foto
de archivo de www.santiagoquintero.com
La
adrenalina del riesgo y el peligro, Santiago Quintero no podía dejar de sentir.
“Este año, acordamos con mi esposa Claudia que no iba a los Himalayas”. Por eso
se planteó hacer el proyecto: 6 000 metros en 24 horas.
En
diciembre intentará subir a cumbre del Chimborazo en cinco horas. Pero 19 horas
antes partirá desde Babahoyo hasta Guaranda. La ruta de 170 km la realizará en
su bicicleta de ruta. Dos horas se tomará de descanso en el refugio y desde ahí
hasta los 6 268 metros, en la cumbre del coloso.
“Es el
segundo desnivel más alto del mundo”, dice con enorme entusiasmo el montañista
a quien, en el 2002 le apuntaron la mitad de sus pies por un congelamiento que
sufrió en el Aconcagua.
Después
de su recuperación inició un proceso de adaptación a sus prótesis con las que
sigue subiendo montañas, por ello se define como “un milagro viviente”. Lleva
adelante su proyecto de escalar 14 montañas de más de 8 000 metros de altitud,
ubicadas en los Himalayas, pero este año tuvo una pausa.
Por eso
se planteó ascender los 6 268 metros. Definió las fechas para hacerlo, entre el
1 y 5 de diciembre, próximo. “El día lo determinarán las temperaturas y el
clima”.
Iniciará
su reto a las 05:00, en Babahoyo, que está a 8 metros de altitud. En Guaranda
subirá los 2 668 m. El objetivo es llegar hasta las 18:00 al ingreso a la
reserva faunística del Chimborazo, es decir 50 km más en bicicleta.
En el
segundo refugio se cambiará de equipo y a la medianoche comenzará el ascenso.
Desea llegar a 6 268 metros en cinco horas. “He subido al Chimborazo más de 100
ocasiones, es un amigo conocido”.
Además
de la distancia y el ascenso, Quintero enfrentará el cambio de temperaturas: de
35 grados centígrados de la capital fluminense hasta el pie de Chimborazo,
donde empezará a enfrentar los 0 grados.
Sus
entrenamientos han sido largos desde hace 8 meses. Por 2 meses tuvo que parar
por un problema en sus rodillas, pero ha seguido firme en su propósito.
“Claudia irá conmigo en una camioneta, escoltándome en el tramo de Babahoyo
hasta Guaranda, y un compañero guía de montaña me acompañará en el ascenso”.
Días
antes realizará el trabajo de aclimatación en el Chimborazo, es decir colocará
cuerdas a la espera de la ‘ventana de buen tiempo’ para iniciar el ascenso.
“Varias veces en los Himalayas he estado subiendo y bajando a 8 000 metros de
altitud por más de 24 horas, por eso me siento capaz de cumplir con este reto”.
Detalla
que ir en bicicleta no es un problema para él. Le ayuda en sus entrenamientos
habituales para sus ascensos a la montaña. “Esta vez voy a incluir en el
proyecto. No pedaleo con el clip en la bicicleta ni con zapatos de ciclismo por
mis prótesis. Lo hago con zapatos deportivos simples”. El ámbito deportivo de
Santiago siempre tiene una connotación solidaria.
Retornará
a Quito y sacará a la venta llamativas pulseras de plástico, ¿cuántas?, las que
se puedan fabricar con 6 268 metros de su hazaña. “El propósito es financiar
las prótesis a dos niños o jóvenes para que puedan también hacer sus
actividades diarias y deportivas”.
Está
trabajando con la Fundación Hermano Miguel, “aún no conozco a los chicos, pero
tenemos que analizar cada caso”. Su deseo inicial era entregar estas prótesis a
niños, pero le podría quedar inservible en poco tiempo por su crecimiento
anual. En caso de los jóvenes de 18 años, tendría una mayor perdurabilidad.
Dijo
que el dinero solo alcanzará para entregar prótesis de pies, “amputaciones
similares a las mías”.
FUENTE: https://www.elcomercio.com/deportes/montanista-santiago-quintero-reto-chimborazo.html
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