La defensa ecuatoriana Kerly Real debutó con la camiseta del Córdoba FC en octubre del año 2018. Antes militó en Málaga, también de la liga española. Foto: Cortesía Córdova FC L
La madurez que denota en sus respuestas se contraponen a los apenas 20 años que tiene la defensora ecuatoriana Kerly Real, quien en cerca de dos años y medio consiguió afianzarse en el fútbol español.
El primer equipo en el que iba a estar era el Madrid FC, pero por problemas con la visa no se concretó el vínculo y recaló en el Málaga, en 2017, y con la finalización del torneo también concluyó su relación contractual con el Córdoba FC, aunque existe una alta posibilidad de renovar.
“Ha sido un tiempo increíble, una experiencia única, que me ha enseñado a madurar, tanto en la vida como en la profesión y me siento muy contenta por los objetivos alcanzados”, mencionó la jugadora quiteña, quien no se conforma con lo logrado.
“Me he propuesto conseguir muchas cosas más”. Real no se pone límites, porque cree que las barreras se las pone uno mismo y trabaja para lograr sus sueños, como volver a una Copa del Mundo tras la disputada con su país en Canadá 2015.
Antes de llegar a una de las mejores ligas de Europa, la jugadora quiteña fue parte de las selecciones juveniles de Pichincha y participó en los campeonatos intercolegiales con la Unidad Educativa Fernández Madrid, con el que quedó campeona en 2013.
El crecimiento se fue dando de la mano de clubes como El Nacional, Quito FC y Espuce, y la selección nacional con la que estuvo en Canadá 2015, cuando tenía 17 años.
Los primeros meses de estadía en suelo ibérico no fueron fáciles para la mundialista por el cambio de horario, comida, costumbres e incluso la forma de juego, pero se adaptó con el pasar del tiempo y cada vez que termina le temporada retorna al país para recargar energías.
El vínculo de Kerly Real con el fútbol tiene que ver también con el día en que nació, el 7 de noviembre, porque es la fecha en la que el combinado “tricolor” clasificó a su primer Mundial, el de Corea y Japón 2002.
En lo futbolístico también encontró cambios sustanciales, sobre todo en los sistemas aplicados en el campo de juego. Kerly estaba acostumbrada a jugar al clásico 4-4-2 y en España varía mucho de acuerdo a las características de sus compañeras y rivales.
“Además, es más táctico que físico y en toda Sudamérica jugamos más con la potencia. Allá es todo lo contrario porque se usa más la cabeza.
Sin embargo los sudamericanos tenemos ventaja dado que sumamos la inteligencia con la fuerza”, aseveró la jugadora respaldada por Nike y a quien le encantan los platos hechos a base de mariscos, algo que extraña. Real se dio tiempo para pedir que se creen facilidades a los deportistas para obtener la visa, puesto que la primera vez que iba a ir a España no la pudo conseguir y perdió el contrato con Madrid FC.
El objetivo que empuja a la defensa nacional es seguir creciendo a nivel personal y en su carrera deportiva, y si es en la liga española, mejor para ella.
FUENTE: Diario EL TELÉGRAFO
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