El fútbol turco, por fin, se para por el coronavirus; solo Australia resiste

El exprofesional de australia Robbie Slater (c) cuestiono de que el torneo de su pais no se haya paralizado. Tomado foxsport,com,au 


Estambul -
Último de los grandes campeonatos en Europa en parar, los turcos suspendieron al fin -este jueves 19 de marzo- su liga por la pandemia del nuevo coronavirus, una decisión tardía que generó muchas críticas, mientras que Australia casi se ha convertido en el único lugar del planeta donde la pelota sigue rodando.
En Rusia, Ucrania, Argentina o México el fútbol acabó claudicando ante la pandemia y suspendiendo sus ligas después de muchas vacilaciones.
Turquía y Nigeria fueron las últimas a suspender sus campeonatos este jueves, una decisión tomada a regañadientes, en un momento en el que los fallecidos por el COVID-19 superan ya la cifra de 9.000 en todo el mundo.
El gobierno turco había cerrado sus fronteras terrestres con Grecia y Bulgaria, suspendido las conexiones aéreas con 20 países y decretado el cierre de todas las escuelas del país... pero la Súper Liga seguía adelante, aunque es verdad que con los partidos a puerta cerrada desde hace una semana.
Los llamados a la suspensión del campeonato se multiplicaron en los últimos días, pero la Federación Turca de Fútbol (TFF) se parapetó en la autorización dada por las autoridades, pese a los tres fallecidos y los casi 200 infectados por el COVID-19 registrados en el país.
Después del derbi contra el Besiktas del pasado domingo, dos pesos pesados del Galatasaray levantaron la voz para denunciar una "noche vergonzosa".
"Tomaron la decisión de jugar a puerta cerrada. ¿Y nosotros, los jugadores, nuestra vida no cuenta?", se indignó el arquero uruguayo Fernando Muslera, apoyado por su entrenador Fatih Terim: "Todos los principales campeonatos del mundo han sido suspendidos. La verdad es que se trata de nuestras vidas (...) Todas nuestras vidas están en peligro".
Obi Mikel rompe su contrato
Según el diario deportivo Fanatik, Besiktas tuvo que hablar con el francés Georges-Kévin Nkoudou y con el estadounidense Tyler Boyd para que aceptaran entrenarse con el plantel el lunes. El internacional nigeriano John Obi Mikel prefirió romper su contrato con el Trabzonspor, actual líder del campeonato.
"En la vida hay cosas más importantes que el fútbol. No me siento cómodo y no tengo ganas de jugar al fútbol en estas condiciones", se justificó el domingo en un mensaje en Instagram el excentrocampista del Chelsea.
Curiosamente, en Nigeria, el país de Mikel, el campeonato se ha mantenido como si nada ocurriese hasta la 25ª jornada disputada el miércoles con público en los estadios... Aunque este jueves se suspendió la liga hasta nueva orden.
"La Liga no parecía tener en cuenta los numerosos llamados a suspender la competición por lo que está pasando en el mundo", comentó el periodista deportivo Chris Oguguo.
En Australia, el rugby a 15 se ha paralizado, pero no el 'soccer'. Y los partidos se disputan sin espectadores ni debate, en un país donde se han registrado al menos 6 fallecidos y más de 636 casos de contaminación por el nuevo coronavirus.
"Si el campeonato puede continuar, probablemente sea lo mejor a hacer", explicó el antiguo internacional Robbie Slater, asegurando que los dirigentes se limitaban a "seguir lo que el gobierno hace".
Los jugadores del Melbourne Victory tuvieron que aislarse durante 14 días tras su último partido disputado en Nueva Zelanda, mientras que los del Wellington Phoenix, el equipo neozelandés que juega la A-League, han aceptado quedarse en Australia hasta el final de temporada, tras pasar una cuarentena.
Polémica en Argentina
La crisis sanitaria provocó mucha más tensión en Argentina, donde el popular River Plate se negó por ejemplo a disputar un partido de la Copa Superliga, un "caso de fuerza mayor" por la pandemia y una medida que fue alentada por Diego Maradona, ídolo de Boca Juniors, el archirrival de los 'Millonarios'.
La Superliga finalmente se suspendió el martes, dos días después de que el presidente del país, Alberto Fernández, se mostrase favorable a que el torneo continuase a puerta cerrada "para que los que se tienen que quedar en casa tengan un divertimento" ante sus televisores.
Escenario similar en México, donde el entrenador español de los Pumas, Míchel González, lamentó la falta de decisiones. "En España, la situación fue subestimada" durante mucho tiempo, "México no está al margen del mundo y eso me preocupa", declaró el extécnico de Sevilla y Marsella.
Rusia también recibió críticas por sus reticencias antes de suspender el martes las competiciones hasta el 10 de abril.
La polémica se alimentó con las acusaciones procedentes de los dirigentes de los clubes, del médico de la Federación Rusa o del diputado nacionalista Igor Lebedev, que consideró la suspensión "justa", aunque "tardía". "Es una pena que, como siempre, vayamos por detrás de las decisiones mundiales". 

FUENTE: El Universo - Ecuador

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