El estadio Olimpico Atahualpa sin públco, una imagen que sería la generalidad en la nueva realidad en el fútbol ecuatoriano y mundial. Los torneos se volverían a jugar sin acceso a aficionados
Quito -
El cambio que genere la pandemia del COVID-19 al balompié local y mundial deberá analizarse desde el impacto económico y social, según Fred Larreátegui, presidente de la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA). La propia reanudación de actividades generará una “nueva realidad” a la que todos los sectores inmersos deberán acoplarse, desde reprogramar torneos, hasta pérdidas que se generen a nivel general en la economía, sin público en las gradas.
¿Qué panorama avizora con la para por el COVID-19?
Nos ha tomado con dureza y sorpresa en todo sentido. Ha traído situaciones complejas, en lo futbolístico y económico, con lo que deberá venir una reestructuración, con espacios de debate y diálogo para poder reactivar nuestras actuaciones y campeonatos.
¿Se ha conversado con la dirigencia de clubes, para opciones en lo económico?
Que se reduzcan salarios es tener una situación difícil. Hay que ver cómo reactivarnos de alguna manera, analizar propuestas para implementar los protocolos, sin que sean aislados de las directrices de autoridades de salud porque como AFNA o Federación (FEF) no podemos obviar lo que digan las autoridades.
¿Qué lineamientos serían apropiados?
Las medidas son dirigidas a toda la colectividad, pero en el fútbol ver lo relacionado al espectáculo mismo, con la economía de los clubes, porque será necesario que puedan tener una actividad lo más normal posible, igual que toda la sociedad en general.
Con la nueva normalidad, ¿qué medidas se tomarán?
Puede ser muy pronto para decir qué medidas adoptar, hay algunos lineamientos generales como reanudar a puerta cerrada, pero se deben armar protocolos en temas de ingresos a camerinos y graderíos. Pensar entrenamientos, tener acceso a suficiente información en ruedas de prensa telemáticas para evitar exposiciones.
¿Mira cercano o lejano ese posible retorno?
Es muy complicado, y hablo como un ciudadano que sufre las medidas y efectos de la pandemia, porque a nivel de otros países se han prolongado las restricciones. Deberemos medir el impacto económico, comercial y social, tratar de asumir una nueva normalidad. Optimista diría que a fines de mayo podría reanudarse algo la cotidianidad, pero el fútbol deberá esperar más.
¿Cómo debe manejarse el tema de los campeonatos?
No tengo la voz oficial por no regentar los torneos, pero creo que debemos ver factores como el efecto económico a los clubes, por tanto mantener torneos largos y en todas las categorías puede resultar hasta contraproducente por el contexto de la crisis.
Por lo económico se generan problemas legales. ¿Qué se recomiendaría?
Son temas que deben analizarse a fondo. Demandar por incumplimientos de contratos qué tan viable puede ser, por eso es mejor conciliar o como se dice “quedar de amigos”, pero según cada situación.
Existe la posibilidad de que algunos clubes no participen en torneos, ¿qué dice el reglamento?
Los efectos de la crisis han sido tan graves que la normalidad no sería la misma. Se deberán hacer normativas excepcionales para enfrentar esta crisis, porque si un club decide no participar se tendrá que modular ese efecto, porque es de conocimiento mundial lo que se ha vivido. Cuando se reanuden las actividades se tendrán que revisar las sanciones, si se tiene que sancionar por reglamento, sí, pero no es adecuado por el contexto en el que estamos.
¿Una realidad excepcional?
Es una situación que ha superado las normativas porque no estaban hechas para responder a una emergencia de estas características, una crisis que afecta a un alto porcentaje de clubes y sus categorías. Si un club no puede presentarse en alguna división, jugarán los que puedan, pero no sé hasta qué punto realizar eso sea conveniente, pero se debería discutir reglamentariamente lo que se puede venir.
¿Cuánto pierde el fútbol como espectáculo?
Mucho, desde lo que es la actividad misma. También lo económico es una pérdida grande porque imaginemos lo que generan en las ligas los clásicos, los auspiciantes, pero también hay pérdida afectiva humana y social.
Parte de la esencia del fútbol es el aliento en las gradas, un valor importante que se perdería.
Y es muy grave. Estábamos ansiosos de volver a un estadio. Antes optábamos por la televisión, pero ahora extrañamos ver al prójimo más que al fútbol, esto debería generar un retorno del hincha, pero sería limitado, entonces se pierde la esencia, esa misma cercanía entre humanos como seres sociales que somos.
FUENTE: El Universo - Ecuador
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