En la temporada actual, el ciclista Jhonatan Narváez participó en la tercera edición del Tour Colombia, en la que terminó en el puesto 59. El año pasado intervino en su primer Giro de Italia con el Team Ineos. Cortesía
El ciclista ecuatoriano aprovecha la estancia en Ecuador para mejorar su condición física, disfrutar de sus seres queridos y planificar lo que resta de 2020. Volverá a competir el 1 de agosto.
Cuando el ciclista ecuatoriano Jhonatan Narváez participó en su primera carrera, a los 11 años, la bicicleta era de fierro y demasiado pesada. Terminó último. Ese mismo día se juró ser uno de los mejores de Ecuador y del mundo.
Con el paso del tiempo y la modernización “uso una de las mejores bicicletas del mundo (una Pinarello)”, contó a EL TELÉGRAFO.
Desde Ibarra (provincia de Imbabura), donde se encuentra viviendo y entrenando, el corredor de 23 años analizó que el coronavirus fue un parón necesario que necesitaba el mundo para que se oxigene un poco, por eso mira el medio ambiente y el aire un poco más limpio e imagina que la contaminación es menos ahora.
Aunque también considera que la situación ha afectado en muchos aspectos a la gente porque las actividades se han tenido que paralizar.
“El calendario que nosotros teníamos fue suspendido y toda la planificación se trastocó, pero no solo del ciclismo sino en muchas otras cosas, como la economía o el trabajo de las personas”, argumentó.
En su nuevo hogar, lejos de su natal El Playón de San Francisco (provincia de Sucumbíos), Narváez realiza algunas actividades para mantenerse en forma hasta esperar que se levante el confinamiento y la reanudación del calendario por parte de la Unión Ciclista Internacional (UCI).
“Estoy viviendo en Ibarra en la casa de mi novia. Al levantarme hago ejercicios de Core, como abdominales, después trabajo la estabilidad para que el cuerpo se mantenga bien, antes de desayunar. Luego me subo a la bici a hacer rodillo, me hidrato, estiramiento y vuelvo a hacer estabilidad”, comentó el dueño del récord mundial en la persecución individual en el Panamericano Juvenil de 2015.
Para Narváez, quien oficialmente jamás corrió en un equipo tricolor, las tardes son un poco más difíciles de llevar, pero siempre busca algo que hacer luego del descanso; por ejemplo, se pone a jugar vóley con la familia de su novia. “Eso ayuda a que esta situación sea un poco más llevadera”, enfatizó.
La aparición del coronavirus en Ecuador y en el mundo modificó el calendario de eventos del también ganador Circuito de las Ardenas, una carrera en Francia. Casi desde octubre pasado tenía una planificación, con técnicos, preparadores físicos, en campos de entrenamiento, carreras programadas, todo, pero el virus afectó bastante en todas partes del mundo.
Las instrucciones del Team Ineos, al que llegó cuando aún se llamaba SKY en 2018, fueron que primero mantenga la calma porque saben que esto se va a acabar tarde o temprano y se retomarán las carreras nuevamente.
“De momento debemos permanecer en forma, acatar las indicaciones, entrenar, mantenerlos saludables y protegidos”, sostuvo. El récord mundial y pa-namericano Juvenil, conseguido en 2015, en la prueba de 3.000 metros persecución individual, con un registro de 3 minutos, 13 segundos y 309 centésimas en el Campeonato Panamericano desarrollado en México, a criterio de Jhonatan le cambió la vida.
“Hasta ahora diría, porque la marca Panamericana se mantiene casi por seis años y eso es bueno. Y me cambió la vida porque fue algo que me hizo firmar con un equipo de Europa”, mencionó en referencia al elenco checo Klein Constantia.
Tras la experiencia en ese elenco pasó al estadounidense Axeon-Hagens Bermans y luego al británico SKY, que desde el año pasado se llama Ineos. En la escuadra comparte con su compatriota Richard Carapaz.
“Es algo muy especial ser compañero de él. Esos capítulos no se dan todos los días y hay que vivirlos al máximo”, concluyó.
FUENTE: Diario EL TELÉGRAFO - ECUADOR
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