Andrés Chicaiza ya tiene el diploma de director técnico

Andrés Chicaiza en uno de los entrenamientos de la Universidad Católica, en el complejo de La Armenia. Archivo / UN


Andrés Chicaiza, en sus redes sociales, no para de publicar fotos junto a su esposa y su hija Nohelia. El mediocampista de Católica disfrutó el tiempo que pasó en casa junto a su familia, durante el confinamiento. Su nena empezó a decir sus primeras palabras con fluidez. Desde hace unos meses ya construye oraciones y está muy activa con sus juegos.
Todo eso se lo hubiera perdido con la anterior normalidad. Ahora Chicaiza disfruta de las travesuras de su ‘monita’, como él la llama con cariño.

“Fue mágico compartir con mi pequeña. El tiempo de cuarentena me sirvió para darme cuenta de lo duro que es el trabajo de mi esposa y de mi madre. Ellas hacen mucho más que lo que yo hago en la cancha”, dice seriamente el 20 del ‘Trencito Azul’.

También aprovechó la pausa para retirar el título que lo acredita como entrenador. Era un pendiente de hace varios años.

“Me gradué en el 2017, cuando estaba en Delfín. Pero no había tenido tiempo de recoger el cartón”, asegura Chicaiza a ÚLTIMAS.
Ese papel, donde se certifica que el volante, además de jugador también es ‘profe’, es prueba de su esfuerzo. Su esposa le ayudó en las clases de computación y de matemáticas. Por eso bromea que ella también debería ser entrenadora.
Se quemó las pestañas estudiando duro para graduarse. Ahora que tiene el diploma, asegura que será cuestión de tiempo para sacar el carné, pero todavía no.
“Mi título es avalado por la Senecyt y la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Pudiera sacar el carné para trabajar, pero todavía tengo pendientes en la cancha”, dice riendo.

Y sí que los tiene. El año pasado no fue su mejor temporada en Liga de Quito. Jugó poco (27 partidos en LigaPro, pero apenas siete de titular).Por eso le ilusiona la reanudación del campeonato. Siente que tendrá su revancha futbolística.
“Sí, será una revancha para mí la reanudación del campeonato. Es una linda oportunidad para ganar regularidad”, dijo.

Con los albos no estuvo del todo cómodo. No era titular y por momentos sentía que no recibía la importancia que ameritaba.

“En Católica, la gente prioriza el tema humano, te dan la importancia que amerita, en Liga no sentía eso. El cuerpo técnico priorizaba lo futbolístico”, dice el ‘Mago’ imbabureño.
El retorno a los entrenamientosChicaiza volvió a los entrenamientos un poco pasadito de peso. Pero con ayuda del club ya se puso en forma.

“La verdad, volver a los entrenamientos no me costó. En casa tengo espacio verde y hasta me ponía los zapatos de fútbol. Al principio sí me agitaba”, recuerda Chicaiza, quien afirma que solo le tomó una semana para adaptarse.
Juan Carlos Ángel, preparador físico del club, trabajó con él para ponerlo nuevamente en forma. El colombiano es exigente con las estadísticas y las medidas de grasa y masa muscular de los jugadores.

Con el ‘Trencito Azul’ el mago se puso un objetivo, quiere ser campeón. Incluso asegura que tiene un buen presentimiento sobre eso.
“Lo primero que quiero es continuidad y eso me lo gano con el trabajo del día a día. Después, ser campeón y volver a una Copa Libertadores”, dice el imbabureño.

Ese torneo ya lo jugó dos años consecutivos. En el 2018 con el Delfín de Manta y la temporada pasada con Liga de Quito. Ahora su reto es llevar a la Católica a este certamen, algo que

FUENTE: Diario Ultimas Noticias - Ecuador

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